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Declaración de la Asamblea Global de los Pueblos 2023

La Asamblea Global de los Pueblos 2023  que tuvo lugar en Nueva York  los días 16 y 17 de septiembre, ha elaborado la siguiente Declaración de la que Futuro en Común se hace eco.

A mitad de camino de la Agenda 2030, aún estamos lejos de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El borrador de la Declaración Política 2023 no se compromete con la acción urgente necesaria para acelerar la respuesta frente al aumento de las desigualdades y la pobreza, por los derechos humanos, la igualdad de género, la justicia social, la paz y la plena aplicación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Exigimos a los gobiernos que igualen la determinación política y la persistencia de la sociedad civil y los activistas, en toda nuestra diversidad. El fracaso en la consecución de los ODS -por no hablar de lograr avances significativos hacia ellos- sería catastrófico para la humanidad y nuestro planeta. 

Esta Declaración de la Asamblea Global de los Pueblos 2023, fue creada conjuntamente por más de 40 Asambleas de los Pueblos nacionales y regionales y coorganizadores de la Asamblea Global de los Pueblos, en toda nuestra diversidad. Es nuestra visión compartida y colectiva centrada en los derechos humanos, la perspectiva de género y la necesidad de un cambio intergeneracional  para abordar las múltiples e interrelacionadas formas de discriminación y violencia exacerbadas por la pandemia del COVID-19, y para acelerar el vacilante progreso hacia la consecución de los ODS.

  1. Justicia económica y financiera

Invertir los patrones actuales de consumo, producción, gobernanza económica mundial y poder de decisión, en particular en el Norte Global, que tienen sus raíces en historias coloniales y en la concentración de la riqueza en unas pocas élites, lo que conduce a la explotación y destrucción de las personas y el planeta. 

Establecer un marco jurídico multilateral bajo los auspicios de la ONU para cancelar, reestructurar, suspender y reducir los tipos de interés de la deuda existente, y dejar de incluir condiciones de austeridad en cualquier nueva emisión de deuda. 

Pedir a los gobiernos que repudien las deudas ilegítimas que han perjudicado a las personas y al planeta. La privatización antepone los beneficios a las personas, y este hecho es fundamentalmente incompatible con las obligaciones en materia de derechos humanos. 

Rechazar la captura corporativa de la ONU y de todos los demás espacios multilaterales, entre otras acciones, negociando y adoptando un instrumento jurídicamente vinculante sobre empresas y derechos humanos, y estableciendo una convención vinculante y un organismo fiscal mundial bajo los auspicios de la ONU. 

Construir nuevos paradigmas de desarrollo y políticas públicas centradas en el cuidado, la justicia, los derechos humanos, la reparación y la restauración. 

Cumplir los compromisos sobre volúmenes y eficacia de la cooperación al desarrollo, especialmente el objetivo del 0,7 de la RNB para la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD). 

Abandonar los sistemas económicos que dependen de la explotación del trabajo mal pagado y no pagado de mujeres y niñas, y del reparto desigual de las responsabilidades domésticas y de cuidados.

  1. Justicia climática y medioambiental 

Abandonar las falsas soluciones a la crisis climática en favor de soluciones climáticas basadas en los derechos humanos que prioricen a las personas sobre los mercados, protejan los sistemas alimentarios ecológicamente sostenibles y los ecosistemas saludables, defiendan los derechos de los Pueblos Indígenas a la tierra, los territorios y los recursos, y el derecho al consentimiento libre, previo e informado como derechos humanos. 

Cuando los pueblos indígenas y las poblaciones rurales, especialmente las mujeres, tienen derechos sobre la tierra más seguros, están en mejor posición para proteger la biodiversidad y fomentar la resiliencia climática, algo cada vez más urgente a medida que se agrava nuestra crisis climática. 

Aumentar y cumplir las promesas de financiación para el clima, incluidas las pérdidas y los daños, de conformidad con las responsabilidades comunes pero diferenciadas. 

Abordar las interrelaciones entre el cambio climático, la reducción del riesgo de catástrofes y la salud y los derechos humanos para todas las personas. 

Garantizar un acceso suficiente, seguro, aceptable, accesible y asequible al agua y al saneamiento a través de servicios públicos, adecuados y de propiedad comunitaria. 

Dar prioridad a la inversión en una transición justa hacia infraestructuras y tecnologías de energías renovables que sean de propiedad comunitaria y estén controladas democráticamente, garantizando al mismo tiempo el cumplimiento de normas y fuentes éticas, no violentas y respetuosas con los derechos humanos. 

Adoptar el tratado de no proliferación de combustibles fósiles.

  1. Justicia social e igualdad de género

Eliminar todas las formas de discriminación y exclusión, incluidas, entre otras, la casta, el trabajo y la ascendencia, la clase, la raza, la etnia, el género, la sexualidad, la discapacidad, la edad, la religión, la geografía y otras marginaciones. 

Proteger y defender los derechos humanos, incluidos los derechos sexuales y reproductivos, de todas las personas, en particular de todas las mujeres, niñas y personas con diversidad de género, eliminando las leyes y políticas discriminatorias que penalizan la identidad y expresión de género y la sexualidad. 

Promover la salud y los derechos sexuales y reproductivos (SDSR) mediante la prestación de atención sanitaria universal (CSU), la educación sexual integral y el reconocimiento del acceso al aborto como un derecho humano. 

Abordar las causas profundas de la violencia de género y prevenirla trabajando con grupos feministas para combatir la misoginia, el patriarcado, la discriminación por motivos de edad y las normas de género nocivas guiándose por los principios de interseccionalidad. 

Adoptar medidas específicas y sostenidas para eliminar los prejuicios, los estereotipos y la discriminación de género. 

Garantizar y asignar financiación y recursos públicos para los sistemas de protección social, establecer el Fondo Mundial de Protección Social basado en la solidaridad y poner en marcha infraestructuras sociales públicas para eliminar las desigualdades. 

Abandonar nuestras actuales concepciones militarizadas y nacionalizadas de la seguridad y, en su lugar, adoptar concepciones de la seguridad centradas en la seguridad humana, la autonomía corporal y el cumplimiento de los derechos humanos.

  1. Sociedad civil, derechos humanos y Naciones Unidas

Invertir la tendencia de reducción y cierre del espacio cívico en muchos países de todas las regiones del mundo, haciendo que los Estados miembros rindan cuentas por su flagrante violación de las normas internacionales de derechos humanos. 

Fomentar el acceso de la sociedad civil, su liderazgo y su participación y toma de decisiones significativas en los espacios y procesos de negociación de la ONU, especialmente en las comunidades históricamente marginadas y vulnerables. 

Una sociedad civil independiente y plenamente financiada es un requisito previo para el desarrollo de políticas que nos permitan vivir nuestras vidas con dignidad e igualdad. 

Reclamar el liderazgo de los gobiernos y de la ONU frente al sector privado y otros actores que les animan a debilitar o abandonar sus obligaciones en materia de derechos humanos.

Denunciar las narrativas y acciones contrarias al género y a los derechos humanos por parte de agentes estatales y no estatales.. 

Proteger a los defensores y defensoras de los derechos humanos frente a represalias, acoso y persecución cuando participen en los espacios y mecanismos de la ONU, y derogar las leyes y la instrumentalización de las instituciones judiciales para criminalizar la disidencia, la resistencia, la verificación de los hechos, las reuniones pacíficas, las protestas y la sensibilización. 

Defender inequívocamente la libertad de palabra, expresión y reunión segura salvaguardando los derechos fundamentales de todos los defensores de los derechos humanos, activistas por la justicia climática, defensores del medio ambiente, constructores de la paz, periodistas y otros defensores feministas y socioeconómicos, permitiéndoles influir de forma positiva y segura en los resultados de estos procesos mundiales y regionales actuales y futuros que afectan a nuestras vidas y a nuestro futuro.

 

https://gcap.global/wp-content/uploads/2023/09/GPA-Declaration-2023.pdf