Futuro en Común transmite la urgencia de abordar las múltiples dimensiones de la desigualdad, la pobreza y la exclusión en España al Relator Especial de Extrema Pobreza y Derechos Humanos de la ONU, en su encuentro con sociedad civil
En un encuentro de sociedad civil con el experto en pobreza extrema de la ONU, Philip Alston, quien está realizando una visita a España de 12 días a España para ver qué está haciendo la quinta economía de Europa para abandonar el 6º puesto en la lista de países europeos más desiguales, Futuro en Común ha podido remarcar el carácter estructural y multidimensional de la desigualdad en nuestro país.
La plataforma de sociedad civil, formada por más de 50 redes y organizaciones de distintos sectores (feminismos, acción social, acción sindical, migraciones, cooperación al desarrollo, infancia, paz y medioambiente), ha transmitido al Relator el carácter estructural de la desigualdad en España, que históricamente se ha mantenido por encima de los niveles medios europeos incluso durante los ciclos expansivos de la economía. “El modelo español de desarrollo es una máquina de generar desigualdad e insostenibilidad”, ha expresado Luis Rico, coordinador de Ecologistas en Acción y representante de la plataforma, “y necesitamos con urgencia que una economía centrada en las personas”.
Una mirada multidimensional de la pobreza y la exclusión, más allá del indicador de ingreso económico, revela una realidad particularmente preocupante: 1,8 millones de personas (Informe Cáritas-FOESSA, 2019) suman una cierta cantidad de dificultades que las coloca en riesgo de exclusión, por vivir distintas caras de la precariedad: falta de acceso a la vivienda, pobreza energética, desempleo persistente, empleo inestable y precario (13,8% de personas que trabajan están en riesgo de exclusión (EAPN, 2019), falta de acceso a los derechos de ciudadanía, además de su invisibilidad social y política. Son personas que viven al día y para quienes los mecanismos de protección probablemente ya no sean efectivos. Y entre las personas en mayor riesgo de exclusión, la juventud y la infancia, las familias monomarentales, migrantes y población gitana.
Además, el ascensor social está estropeado: según la OCDE nacer en un hogar cuyos progenitores tienen estudios superiores supone aspirar hasta a un 48% más de ingresos que si los padres no tienen estudios. En España la pobreza se hereda.
A lo largo de su visita, el Relator de NNUU ha expresado su preocupación por la crisis de vivienda así como por el desempleo y la precariedad laboral que afectan especialmente a mujeres y jóvenes, y se ha mostrado optimista respecto a los compromisos sociales del nuevo gobierno. Además, hoy ha subrayado que España necesita reforzar la comprensión de los derechos sociales y el derecho a la dignidad humana.
Desde Futuro en Común se destaca el potencial transformador de la Agenda 2030: “urge abordar las raíces de la desigualdad y la exclusión en nuestro país, y el carácter integral de la Agenda 2030 ofrece una hoja de ruta clara”, ha señalado Rico, “transformar el mercado laboral, neutralizar la especulación en sectores como energía o vivienda, aumentar la inversión en cuidados, salud, educación y en economía verde para una transición justa así como atacar desde la raíz la desigualdad de género y otros ejes de exclusión, deben ser prioridades del nuevo Gobierno”.
Documento enviado al equipo del Relator Especial con los aportes de Futuro en Común a la preparación de su visita