Con motivo de la visita de ministras y ministros de energía y medio ambiente, Valladolid celebra del 10 al 12 de julio el Foro Social por una Transición Energética Justa, bajo el lema “Por una Europa sostenible, justicia ecosocial”.
Habrá una gran diversidad de actividades previstas, a cargo de un amplio abanico de entidades.
#ForoSocialVA
Los días 10, 11 y 12 de julio tendrá lugar en Valladolid una reunión informal del consejo de la UE, en materia de energía y medioambiente. Por ello, diversas organizaciones de la sociedad civil, ecologistas, de cooperación al desarrollo, juveniles, vecinales y sindicales, queremos poner el foco en la necesidad de transformar de manera urgente el actual modelo de producción y consumo de una forma socialmente justa. Para alzar nuestra voz, y que llegue a las ministras y ministros, hemos organizado un Foro Social en el que se han programado diversas actividades que se llevarán a cabo en distintas localizaciones de la capital vallisoletana.
La crisis climática no espera
Las organizaciones impulsoras del foro demandamos que, ante la crisis climática actual, es necesario un giro de las políticas de la Unión Europea hacia la protección de las personas y el planeta. Nos unimos al llamamiento “Frente a la Europa del Capital: Justicia ecosocial” realizado por numerosas organizaciones de la sociedad civil. Proclamamos que no podemos esperar más una transformación capaz de afrontar las graves consecuencias del cambio climático que ya se están sufriendo: lluvias torrenciales en Bangladesh, sequías extremas en el cuerno de África, un año de récords meteorológicos en España que conducen a la pérdida de cosechas, o el calentamiento que están registrando los océanos.
Frente a una acción climática sin ambición y que llega tarde, demandamos que se asuma de forma urgente un compromiso de reducir las emisiones de CO2 un 65 % en 2030, y alcanzar la descarbonización en el año 2040, diez años antes de lo que plantea la UE. Una reducción de las emisiones que debe basarse en la minoración de la demanda energética y en soluciones predecibles y fiables a corto medio y largo. No es posible continuar basando la lucha climática en mecanismos falsarios de los créditos de carbono como la compensación de emisiones, ni tampoco los trucos contables o recurrir a dudosas tecnologías con graves impactos como la nuclear y las tecnologías de captura y almacenamiento de carbono.
Nuestras denuncias
Las organizaciones impulsoras del foro entendemos que se están tomando decisiones que ponen al capital por encima de las personas y el planeta. Entre ellas, la configuración de un Mercado Único Energético al servicio de la ampliación de las redes europeas de gas y electricidad, así como la reducción de los estándares ambientales, o el colonialismo energético del Norte sobre el Sur Global. Es por ello que reclamamos una Reforma del Mercado Eléctrico que anteponga a las personas y al planeta por delante de los beneficios de las empresas. Así mismo, es urgente un rediseño del actual sistema de tarifas para que refleje los costes reales de la energía, se priorice la producción renovable, el ahorro y la eficiencia, y se avance hacia unos precios de la energía justos.
Denunciamos que la seguridad energética que se persigue busca asegurar los enormes beneficios de las grandes empresas gasistas, petroleras y eléctricas. Mientras las familias sufren las consecuencias del incremento de los precios que les impide tener sus hogares a una temperatura adecuada. Reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles debe de pasar por la mejora integral y el aislamiento térmico de los edificios para reducir sustancialmente el consumo de energía a nivel doméstico. Unas reformas que no pueden basarse exclusivamente en medidas para las personas que tengan capacidad de invertir y en crear nichos de negocio. Es necesario priorizar a las poblaciones más vulnerables y establecer planes ambiciosos capaces de abordar de forma urgente esta situación reduciendo la vulnerabilidad, la desigualdad y las emisiones.
Nuestras demandas
Frente al concepto de seguridad energética en favor del capital, las organizaciones exigimos anteponer los conceptos de soberanía y solidaridad con las personas y la naturaleza. Una seguridad energética que debe basarse en la sustitución de las tecnologías fósiles por las renovables antes de 2040. Una transformación en toda la cadena de valor que no puede hacerse a cualquier coste. En ese sentido hacemos nuestro el lema “Renovables sí, pero no así”, ya que se está realizando de forma no planificada, desordenada, excesivamente centralizada, dependiente de largas cadenas de suministro globales, con poca participación y que, en demasiadas ocasiones, supone impactos negativos sobre el mundo rural, la naturaleza y la vida.
Frente a las “burbujas especulativas” exigimos un modelo energético descentralizado que acerque la producción a los puntos de consumo, que sea compatible con la conservación de la biodiversidad y que sirva a los intereses de la ciudadanía, el bien común y la protección del futuro.